Pasteles de carne
Mis pasteles de carne han quedado muy jugosos!!
Para el relleno he usado carne de pollo y ternera sobrantes de otros platos pero podéis usar carne picada de ternera o la que más os apetezca.
Son ideales para llevar, así que si preparáis una excursión al campo, podéis prepararlos el día anterior.
Ingredientes:
Para el relleno;
1 lata de tomate triturado natural
la misma medida de la lata de agua
1 cebolla
1 zanahoria
1/2 pimiento rojo
4 lonchas de jamón serrano
200g carne picada o sobras de carne
sal, pimienta, orégano
aceite de oliva
Para la masa del pastel;
500g de harina
100ml de agua
150ml de aceite de oliva
una pizca de sal
Preparación:
En una cazuela con un buen chorro de aceite ponemos a pochar a fuego lento la cebolla muy picada. Limpiamos y rallamos la zanahoria y la incorporamos a la cazuela. Rallamos también el pimiento rojo eliminando la piel y lo añadimos. Echamos la carne, si usamos sobras la cortamos en trocitos pequeños y si es carne cruda la salpimentamos y la rehogamos en la cazuela removiendo para separarla. Cortamos el jamón en trocitos pequeños y los añadimos. Cuando esté todo bien rehogado, unos 15 minutos, añadimos la lata de tomate y el agua. Salpimentamos y echamos el orégano. Dejamos cocinar 1 hora a fuego medio o hasta que veamos que ha reducido bastante. Dejamos enfriar.
Para preparar la masa del pastel usaremos un bol grande donde ponemos la harina, el agua, el aceite y la sal. Mezclamos bien hasta conseguir una masa muy consistente, si fuera necesario añadimos un poco de agua. Estiramos la masa por partes para cubrir los moldes, podéis usar recipientes para souffles o flaneras. Rellenamos la masa con la salsa de carne.
Podéis poner un trozo de queso en el interior de la salsa para darle más cremosidad.Cortamos unas tapas para cubrir los pasteles y los cerramos. Cortamos unas hojas para adornar que pegaremos con un poco de aceite. Barnizamos con aceite la superficie de los pasteles.
Metemos al horno precalentado a 190ºC durante 45 minutos aproximadamente. Diez minutos antes de terminar la cocción los pintamos con huevo batido. Cuando estén dorados los sacamos y con mucho cuidado los desmoldamos para meterlos 10 minutos más al horno, así evitaremos que la parte de abajo se quede cruda. Servimos cuando estén templados o incluso fríos.
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