Bartolillos de hojaldre


¡Estos pequeños dulces son una perdición!
Están tan buenos que cuando los pruebas tienes que decir ¡vasta!. Porque sino te los comerías todos. Además, son muy fáciles de hacer, la única dificultad es hacer la crema pastelera y no es para tanto. Si alguien no se atreve con la crema podéis probar con Nocilla o Nutella, seguro que están riquísimos, algún día probaré así.
Vamos con la receta, primero de la crema pastelera.
Ingredientes para la crema pastelera:

  • 2 yemas de huevo
  • 250 ml de leche
  • 50 g de azúcar 
  • 25 g de maicena
  • Medio palo de canela
  • Corteza de limón 
Ponemos en un cazo la leche reservando un tercio de esta para disolver la maicena. Añadimos el azúcar, la canela y la corteza de limón. Calentamos hasta que hierva y retiramos del fuego, dejamos infusionar con la canela y la corteza.
Mientras en un bol mezclamos las yemas con la maicena diluida en la leche, batimos bien para evitar grumos.
Colamos la leche infusionada para retirar la canela y la corteza de limón, volvemos a poner en el cazo al fuego suave. Cuando vaya a hervir añadimos la mezcla de las yemas y maicena, removemos sin parar hasta que espese. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Cuando ya tengamos fría la crema la ponemos en una manga pastelera con boquilla ancha, sino tenéis podéis usar una cucharilla para rellenar los bartolillos.

Ingredientes para los bartolillos:

  • Crema pastelera
  • Una lámina de hojaldre
  • Azúcar y canela en polvo 
  • Aceite de oliva suave 
Extendemos el hojaldre sobre una superficie forrada con ayuda de un rodillo para hacer una lámina más fina.
Cortamos rectángulos con un cuchillo o cuadrados, depende del gusto de cada uno el tamaño y la forma. 


Rellenáis con la crema pastelera y cerráis los bordes bien sellados para que no se abran al freírlos. Podéis usar un tenedor como se hace con las empanadillas.
En una sartén ponemos bastante aceite, cuando esté bien caliente incorporamos poco a poco los bartolillos. Doramos por ambos lados, los sacamos sobre un papel absorbente y seguidamente rebozamos en una mezcla de azúcar y canela o los espolvoreamos con azúcar glass. Ante de servirlos yo os recomiendo meterlos unas horas en el frigorífico, están mucho mejor.


Espero que os gusten, a mi familia les ha encantado. A mi marido le gustan mucho los que venden en una delicatesen que hay en Burgos (Ojeda) y con estos me dijo: -¡mejor que Ojeda! Así que estoy muy contenta :)

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